martes, 19 de abril de 2011

Scream 4: "Don't fuck with the original"

Durante el estreno de Scream 4 en un cine de Estados Unidos
La trilogía Scream ha sido sin duda un fenómeno de los noventa. Ahora, en los albores de una nueva década, las generaciones mas jóvenes van a tener su propia ración de Ghostface lista para disfrutar. Con un maestro del terror como Wes Craven tras las cámaras, Scream 4 se reinventa con una película perfecta para los tiempos que corren, todo un reflejo de lo que fue Scream y de lo que el cine de terror es hoy en día.

Pero antes de entrar en lo que supone la cuarta entrega de la saga, repasemos lo que fue la trilogía original y qué supuso para el cine de terror. El pasado catorce de abril pude asistir a la premiere mundial de Still screaming, un documental sobre el impacto de la trilogía original y los entresijos de su realización. Escrito y dirigido por Ryan Turek, el documental profundiza (quizá demasiado), en la trilogía de Wes Craven. El impacto de la primera entrega fue impresionante, nadie se esperaba un éxito de tal magnitud. De hecho, la película arrancó con una taquilla moderada y fue subiendo progresivamente a lo largo de las semanas, permaneciendo en cartel medio año después.

Parte del tremendo éxito vino derivado por la fecha de estreno (Navidad), una época inaudita para estrenar un filme de terror, puesto que por tradición sólo se estrenaban títulos típicos de esas fechas. Quizá por eso funcionó tan bien, pues existía un hueco de mercado para los aficionados al cine de miedo, sobretodo para una película tan sorprendente como Scream. Pero desde luego (y habiéndola revisado recientemente) hay que reconocer que la primera secuencia es sencillamente magistral. La tensión se construye paso a paso, con la cámara montada sobre una steadicam para "arrastrar" a los espectadores a la película y con una gran sorpresa preparada para clavar al espectador en la butaca. Nadie se esperaba que Drew Barrimore, una estrella emergente en aquella época y cuyo rostro llenaba el cartel promocional, fuera a morir en los primeros minutos de metraje habiendo  sentado las bases del homenaje, la autoparodia y el suspense

Y es que Scream consiguió algo bastante complicado y original: parodiar el cine de terror, homenajearlo y reirse de él sin abandonar el suspense y los "sustos". Para los aficionados al genero Scream sigue siendo una gozada a día de hoy, por su cantidad de guiños y referencias al los clásicos y porque  convirtió la máscara de Ghostface y las frase telefónica de "¿Cuál es tu película de terror favorita?"en iconos de la cultura popular. 

Scream 2 y 3 intentaron continuar el éxito de su predecesora sin conseguirlo. El efecto sorpresa era casi nulo, los problemas entre guionista (Kevin Williamson) y director (Craven) comenzaron a hacerse patentes con conínuas rescrituras, cambios y problemas. Scream 2 aun mantenía ciertos toques de metalenguaje bastante divertidos (la secuencia inicial en la proyección de una película o las clases de cine en el instituto, donde se entreveían los destellos que hicieron buena a la original. La tercera sufrió muchos más cambios, no sólo por los reiterados problemas que llevaron a Williamson a abandonar el proyecto y ceder la escritura a un nuevo guionsita, sino por que la desgracia de Columbine obligó a realizar cambios, suavizar los asesinatos, modificar el desarrollo de la historia... Y además, la idea no daba más de sí, por lo que se cerró la saga por unos años. 

Y aqui entra Scream 4, una película que llega justo cuando termina la que ha sido la saga de terror de la primera década de este siglo, Saw. Y como no podía ser de otra manera, Scream 4 hace referencia a ella. Y bebe de su estilo. Bebe de lo que el cine de terror ha sido y es estos ultimos años sigue siendo, para reiventar la saga de forma excepcional, sabiendo que ya no asustan a nadie y que las reglas han cambiado.


Despues de que Scary Movie (que aun muchos desconocen era el titulo original de Scream) destrozara cualquier ápice de terror que Ghostface pudiera dar, había que encontrar la vía para relanzar la saga. Y no es otra que incrementar el humor o, mejor dicho, pasarse al humor negro y reinventar las reglas en función del cine de terror actual. Así, las referencias a Saw, a los reinicios, remakes y demas son por un lado crítica y por otro homenjae a los originales. Pero sus creadores son conscientes tambien del terror realista y por eso utilizan las cámaras para "grabar" en directo el terror. Y para cerrar la reinvencion quería recordar el humor negro que salpica todo el metraje.  Sin embargo, merece mención especial el impresionante clímax y el tercer acto de la cinta, en el que sueltan ese "dont fuck with the original" que da titulo al post. Y si no sabes cuándo da inicio el tercer acto, no te preocupes, uno de los personajes lo  dejará bien claro

Otro de los aciertos es haber sabido aprovechar el mundo virtual en el que nos movemos, de ahí las referencias a Facebook, Twitter y demás plataformas. Más aun la justificación del asesino para hacer lo que hace. Y sí, personamente no me sentí decepcionado con su identidad, ni mucho menos, me parece bastante acertada. Bueno, al diablo... ¡Me encanta!

Y para terminar cabe resaltar la experiencia que supone ver la película acompañado por amigos, especialmente si son frikis o aficionados al genero y en los cines de Estados Unidos, donde el público recuerda al de Sitges, gritando, aplaudiendo, silbando y completando la experiencia.  El metalenguaje, los homenajes, guiños y autoreferencias que pueblan el metraje (incluyendo los divertidísimos minutos previos a la aparicion del titulo en pantalla) hacen del visionado de Scream 4 una fiesta, un homanje al cine de terror y un ejemplo de cine de entretenimiento al que le fallan personajes bastante planos y unas actuaciones poco más que correctas. Tampoco necesita más. No esperéis que sea la película de terror del año, porque no lo pretende. Pero si teneis ganas de pasarlo bien y os gusta el cine de terror, no os la perdais.

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