viernes, 4 de mayo de 2012

'True Blood' y 'Casi Humanos' : Vampiros de serie


Ya pasamos la fiebre del sábado noche, padecimos la locura de los Tamagotchi y hasta hemos sobrevivido a las plataformas. Pero las modas son parte fundamental de la sociedad y siempre estarán presentes. A lo que series televisivas se refiere, entre zombies, médicos y cuentos de toda la vida nos encontramos con unos personajes que han sido protagonistas más de cincuenta veces en la gran pantalla, los vampiros. Actualmente tenemos dos referentes de este sector, como son True Blood y Being Human (la adaptación canadiense de la serie original británica).

Sangre fresca cuenta con una trayectoria de cuatro temporadas sacadas de una saga literaria de categoría, mientras que Casi humanos es mucho más reciente con dos temporadas a sus espaldas. En ambas los sobrenatural es la base argumental, contando con personajes fantástico, en el caso de la segunda serie la fuerza recae en un vampiro, un hombre lobo y una fantasma, pero en True Blood, como su propio nombre indica, los vampiros son los reyes del cotarro.  Aunque se rodean de seres mucho más variopintos.

Cuando hay dos opciones similares no puedes evitar las comparaciones, aunque puedas disfrutar de ambas. Están rodadas en la actualidad, pero con la localización consiguen una ambientación totalmente diferente: la ciudad parece un sitio frío y desolador mientras que un pueblo de suramérica llega a ser familiarmente peligroso. En las dos corren litros de sangre más o menos realista; el sexo hace su aparición pero en True Blood llega a ser un personaje más; el amor es una trama argumental y en el caso de Being Human, de momento, no hay triángulo amoroso.

En nuestras mentes están impregnados los principios de los vampiros: nada de ajos, luz solar, plata ni estacas de madera; se alimentan de sangre; duermen bajo tierra durante el día; y su sociedad está establecida por reales jerarquías. Partiendo de estas claves luego los directores tienen el libre albedrío de tomarse ciertas licencias: creando bebidas que imitan a la sangre o que tengan que recurrir al suministro sanguíneo de un hospital para no hacer daño a los humanos; teniendo partidos políticos que les representan o que sobornan a ciertos sectores de importancia para tapar sus “accidentes”; y cada uno representa las conversiones a su estilo.

Los hombres lobo también son un gran referente fantástico. True Blood sigue la tradición de tratar a estos seres en manada, pero en Casi humanos la apariencia y transformación a lobo, una vez al mes, es desgarradora y horrible, creando a seres peligrosos que necesitan encerrarse aislados para no ser asesinos. Sería como comparar los lobos de Crepúsculo con Lupin de Harry Potter.

La última compañera de piso en Being human es una fantasma con la que estamos aprendiendo el mundo interno que hay en un muerto que está esperando su puerta. A falta de fantasmas buenas, en True blood son hadas, brujas, cambiantes, hombres pantera… Y es que la serie se caracteriza por su gran variedad de personajes, subtramas y giros. A pesar de ello yo seguiría dándole una oportunidad a Casi humanos porque a pesar de su tono excesivamente lúgubre y duro puede que nos esperen curiosas sorpresas.

Por Nuria Martín

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